¡Viva la Cruz de Mayo! resonó en las parroquias de nuestra Diócesis de Villarrica, que se reunieron el pasado fin de semana para honrar la tradicional Fiesta de la Cruz de Mayo.
La Fiesta de la Cruz de Mayo, conmemorada el 3 de mayo en muchos países del mundo, tiene sus raíces desde tiempos antiguos en Jerusalén y sigue siendo una celebración importante en varios pueblos de habla hispana, incluyendo ciudades de España, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Paraguay, Perú, Trinidad y Tobago, Argentina, Colombia y Venezuela. En estas festividades se adornan las cruces con coloridas flores, se realizan procesiones, bailes y se venera el símbolo sagrado en lugares visibles para toda la población.
La tradición cuenta que en el siglo IV, el pagano Constantino tuvo un sueño en el que vio una cruz luminosa en los aires y escuchó una voz que le dijo: «Con este signo vencerás». Tras una batalla decisiva, Constantino colocó la cruz en las banderas de los batallones y obtuvo la victoria, lo que lo llevó a convertirse en emperador y conceder libertad a los cristianos. Santa Elena, madre del emperador, emprendió la búsqueda de la Santa Cruz en Jerusalén y, tras un proceso de excavación, encontró tres cruces. Para identificar cuál era la cruz de Cristo, llevaron a una mujer enferma que sanó al tocar la tercera cruz.
Durante siglos, la Fiesta de la Cruz de Mayo ha sido celebrada en Jerusalén y en numerosos pueblos del mundo como la fiesta del hallazgo de la Santa Cruz. En toda la Iglesia Católica, la Exaltación de la Santa Cruz se celebra litúrgicamente el 14 de septiembre.
Galería de fotos de las celebraciones:
