Hermanos en Jesucristo:
En las elecciones del 21 de noviembre están en juego no solo la ratificación o el cambio de autoridades, sino también el reconocimiento o el rechazo de los pilares fundamentales de la Patria.
En el pasado veíamos a un Chile cristiano respetuoso de la dignidad de todas las personas, sin excepción. De un tiempo a esta parte esto ha ido cambiado y se está gestando una sociedad sin referencia a Dios y a Cristo, e incluso se está hablando de que sea la ecología y no la persona el centro de la realidad terrena.
¿Qué puede estar en juego en estas elecciones?
- La inviolabilidad de toda vida, desde su concepción hasta su muerte natural.
- El matrimonio indisoluble entre varón y mujer, orientado a la procreación y educación de los hijos;
- El derecho preferente de los padres de educar sus hijos y la obligación del Estado de proveer escuelas que aseguren una educación en continuidad con la formación de la casa. Esta libertad de enseñanza se asegura con el actual sistema de subvención estatal a colegios particulares. Sin esta subvención se acabaría de hecho la libertad de educación.
- La libertad de culto y de conciencia. Esto es que todo fiel tiene derecho a profesar y celebrar públicamente su fe y que es deber del Estado asegurarlo.
- La libertad de expresar las propias convicciones sin ser censurado ni castigado. Por ejemplo, poder decir sin restricción que la persona comienza a existir desde el momento de su concepción, defender el derecho a nacer de todos los niños, luchar públicamente contra la ley de aborto, decir que el matrimonio es exclusivamente entre un hombre y una mujer…
Estos temas son de sentido común. Es lo más alejado a posturas extremas. Es al revés. Son las ideologías las que quieren eliminar de la sociedad estos temas precisamente para imponer sus posturas extremistas.
Antes de votar, hay que conocer qué piensa el candidato respecto a estos principios básicos. Es un derecho y un deber ir a votar por quienes representen los principios humanos, sociales y cristianos de Chile.
+ Francisco Javier
Obispo de Villarrica