Por ACN
Este tiempo de Cuaresma te invitamos a vivirlo con el corazón puesto en África. Ahí, los cristianos viven en carne propia el sufrimiento y el ayuno que ofreció Cristo en el desierto. A la pobreza, el hambre y las enfermedades que suelen afectar a su gente, este último tiempo se ha sumado el terrorismo islámico. Una ola de violencia que ha cobrado la vida de decenas de miles de víctimas inocentes.
Cada año, Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN Chile) elige una intención para encauzar las oraciones y la ayuda monetaria del tiempo de Cuaresma. Este año, los ojos se han vuelto a África, un continente que lleva años de sufrimiento y que hoy vive un momento difícil. No son solo el coronavirus, la sequía, las inundaciones y demás calamidades, sino sobre todo el aumento de la violencia yihadista. Mozambique, Nigeria, República Centroafricana, Congo, entre otros, han visto recrudecer el terrorismo. Grupos islámicos han dejado vastas regiones del continente aisladas e impedido el acceso de la ayuda humanitaria. Al punto que muchos sacerdotes y religiosas son secuestrados en África por las milicias.
Pese al peligro, la Iglesia se mantiene ahí para atender y dar esperanza a la gente. Los sacerdotes y las religiosas trabajan para acoger a los refugiados, curar a los enfermos, alimentar a los hambrientos, educar a los niños y jóvenes y, sobre todo, dar el acompañamiento y el consuelo espiritual que tanto necesita la población.
A pesar de que han sido despojados de sus tierras, de sus bienes, de sus familias e incluso de sus vidas, ellos no renuncian a su fe. Cargan su cruz con decisión y valentía, pero en ocasiones sus fuerzas se agotan y necesitan de otros que los ayuden a llevar el peso. En esta Cuaresma, ¡llevemos la cruz con ellos! Haz tu aporte en www.acn-chile.org