El miércoles 14 de marzo de 2018 ha partido a la Casa del Padre el querido hermano capuchino José Brim. Religioso de gran trayectoria pastoral en nuestra Diócesis de Villarrica, sirviendo en diversos oficios como jardinero, cocinero, mecánico y encargado del archivo del obispado.
El viernes 16 se celebraron sus funerales en su querida parroquia Santa Cruz de Pucón, los cuales, fueron presididos por Monseñor Sixto Parzinger, obispo emérito de Villarrica, contando con la presencia de sus hermanos capuchinos, venidos de diversas partes del país y una concurrida cantidad de fieles.
Fray José Brim tenía 88 años de edad y 67 de vida religosa. Encomendamos al Buen Padre Dios el eterno descanso su fiel servidor.
A continuación, les compartimos una reseña del hermano José Brim elaborada por el padre Juan Bauer Beck ofmcap (tomada del portal web de la parroquia Santa Cruz de Pucón).
El Hno. José Brim nació el 4 de Mayo 1929, hace 80 años, en Alemania en Eckarts, un pequeño pueblo al pie de los Alpes, en la región llamada Allgäu, en una familia de pequeños agricultores. Eran 3 hermanos. Desde niño aprendió participar en la vida de su comunidad parroquial que se componía de campesinos. Junto a su familia y la gente de su pueblo pasó su niñez y juventud. Cuando cumplió 16 años de edad, lo llamaron a las filas. Pero este llamado coincidió, gracias a Dios, con el término de la Segunda Guerra Mundial. Así se salvó de llevar uniforme. A los Capuchinos conoció desde pequeño. Había en Immenstadt, muy cerca de su pueblo, un convento capuchino. Allá, como joven, en la comunidad franciscana secular, conoció a San Francisco y su estilo de vida.
En este ambiente tranquilo, campesino, familiar muy religioso y cercano a la Iglesia, a los 20 años despertó en él la vocación a la vida religiosa en la Orden Capuchina junto a un joven vecino de su pueblo, Alfons Sprinkart. Los dos empezaron a interesarse por la Orden Capuchino. Hizo el Noviciado y el 21 de Septiembre 1949 hizo su primera profesión y el 21 de Sept. 1952 los votos perpetuos.
Inquieto como es el Hno. José, en 1955 se ofreció ir al Vicariato Apostólico de la Araucanía, Misión de la Provincia Capuchina de Baviera en el sur de Chile Llegó al país el 25 de agosto 1955, a la edad de 26 años, dispuesto a entregar toda la energía, fe y amor de un joven religioso a la gente de la Araucanía. Y lo hizo hasta ahora durante casi 55 años, sirviendo en las antiguas Misiones de Cunco, Panguipulli, Boroa, Pelchuquín, como agricultor, hortelano, cocinero, mecánico….
Durante 30 años, entre los años 1972 -2002 estaba en el obispado de Villarrica como hombre encargado del funcionamiento de la casa, de los pequeños detalles que a diario hay que solucionar en una casa grande donde llegaron muchas visitas.
El primer obispo de la Araucanía Mons. Guido Beck de Ramberga, quería que el obispado de Villarrica fuera casa de todos los sacerdotes, a donde se podía llegar en cualquier momento sin previa solicitud, donde siempre había un puesto en la mesa y una cama para los sacerdotes que lo necesitaban. Al obispado llegaban personajes importantes de Chile y del extranjero.
Su sucesor Mons. Guillermo Hartl de Laufen, santo varón, mantenía este estilo de casa abierta a todos. Al Hno. José le tocó vivir con él momentos difíciles como los últimos tiempos de la UP y del comienzo del Gobierno Militar, tiempos que repercutieron duramente en la misma casa del obispo.
Desde 1978 hasta 2002 le tocó el tiempo de Mons. Sixto Parzinger. Seguramente fue muy distinto convivir y trabajar con él, hombre muy activo, siempre en camino y preocupado de las necesidades de su diócesis, quien dejó la responsabilidad por la casa en manos de otros, de su vicario P. Gerardo Franck y del Hno. José. Para los que trabajaban en el obispado no siempre fue fácil vivir con este gran movimiento.
Junto al Hno. José estaban el P. Efraín Danner y el P. Gerardo Franck, los Vicarios Generales de los obispos, por muchos años también el P. Pablo Wevering, Rector de la sede de la Universidad Católica en Villarrica, y el Hno. Onofre Reichert. Gran personaje fue por muchos años la Hna. Hilaria Wagner de las Hnas. De la Santa Cruz, quien servía en el obispado como cocinera y quien ya había servido antes de llegar a Chile a Mons. Eugenio Pacelli, aquel entonces Nuncio Apostólico del Santo Padre en Munich y Berlin, antes de ser elegido como Papa, con el nombre de Pio XII. Cuando el Hno. Onofre se preocupaba siempre más a propagar el Movimiento del Apostolado de Rosario iniciado por él, el Hno. José empezó, junto con los trabajos en la casa, a acompañar a los obispos en sus viajes por las parroquias, como chofer, dando películas en los campos cuando todavía no había cines o TV, preocupándose de la persona del obispo, de la preparación de las misas….
El Hno. José siempre se había interesado por la fotografía. En Villarrica empezó a preocuparse del archivo fotográfico del Vicariato. Encontró y ordenó material riquísimo que gracias a él no solamente no se perdió sino también se puso generosamente a disposición de cualquier que necesitaba alguna foto de un antiguo sacerdote o de alguna iglesia o capilla…
Desde 2002 vivió en Pucón, ocupándose de la casa, de la ropa y del jardín. Por supuesto, la fotografía no quedó de lado.
El Hno. José fue un hombre contento, alegre por ser Capuchino, por estar en Chile, un buen hermano en su comunidad de Pucón.