Hermanos en Jesucristo:
El 1 de octubre de 2013 se firmo la ley Nº 20.699 que establece el 25 de marzo como el «Día del niño que está por nacer y de la adopción». Es una fecha dedicada a saludar y celebrar a las madres y a los padres que esperan el nacimiento de un hijo. Es también ocasión para recordar que la existencia de cada persona comenzó en el momento de la concepción.
Y el 25 de marzo tiene que dedicarse a orar por la salud de las madres embarazadas y del niño que viene en camino. Sobre todo hay que pedir al Señor por las mamás que tienen un embarazo vulnerable y por las guagüitas en gestación que vienen con problemas o con alguna enfermedad. Más aún, es un día para orar por las mamás que están tentadas en abortar, para que recapaciten y dejen que triunfe la vida por sobre la muerte. Y, por último, es un día para encomendar a la infinita misericordia de Dios a las mujeres que han abortado y a los niños abortados. Hay que orar por ellas, para que reciban perdón, reconciliación y sanación. Y la oración por los niños es para pedir que gocen de la vida eterna, ya que se les privó de la vida terrena.
Se ha elegido el 25 de marzo por una razón muy profunda: es el día en que el Hijo eterno de Dios se hizo hombre en las entrañas purísimas de la Virgen María por obra del Espíritu Santo (ver Mt 1,18-25 y Lc 1,26-38). Es el día en que Dios se hizo semejante en todo a nosotros, menos en el pecado. Hubo un momento en que el Señor inició su vida humana como lo hemos hecho todos nosotros. Dios eterno e inmortal toma nuestra carne mortal para concedernos la vida eterna. Cada niño engendrado por sus padres es fruto de un designio de amor por el cual Dios quiere que se nazca y se viva para alcanzar la inefable alegría del Cielo.
Y otra fecha importante es el 21 de marzo, Día Mundial de las personas con síndrome de Down. Todos conocemos a niños, jóvenes y adultos que tienen esta condición. Y tenemos experiencia de cuán cariñosos son. Pero tenemos que defenderlos. La ley de aborto los está exterminando poco a poco.
En España las estadísticas muestran que el 96% de los niños con síndrome de Down diagnosticados terminan en aborto. En 40 años estas personas tan especiales han descendido un 88% y la intención de las autoridades españolas es que no nazca ninguno para el 2050. Por culpa de la ley de aborto, en Francia estos niños han sido exterminados. Un estudio calculó que en Europa hay 359.000 personas vivas con síndrome de Down. Pero sin la ley aborto habría 521.000 personas. Es decir, el aborto asesinó a 162.000 niños por el solo hecho de tener este síndrome.
Sigamos luchando por el derecho a que todos los niños nazcan. ¡Si a la vida! ¡No al aborto!
+ Francisco Javier
Obispo de Villarrica