
Este es el título de un informe ACN International, institución que estudia la situación de la
libertad religiosa en el mundo.
En el año 2024 se acrecentó la persecución a los cristianos en 160 países. Los ataques a
los cristianos van desde insultos hasta asesinatos. En un año fueron asesinados 4.476
cristianos por el sólo hecho de ser seguidores de Cristo. Esto significa que en promedio
cada dos horas algún discípulo del Señor muere en algún lugar del mundo, asesinado a
causa de su fe. Y los cristianos perseguidos son 380 millones. En la práctica, uno de cada
siete cristianos sufre persecución.
Las cifran parecen excesivas o exageradas, pero corresponden a la realidad según los
datos entregados por instituciones serias que monitorean el estado de la libertad religiosa
en el mundo.
Estas frías estadísticas esconden innumerables dramas humanos, familiares y
comunitarios. En algunos casos se trata de maltrato verbal, en otros discriminaciones
injustas en el momento de acceder a un trabajo. Pero no es sólo el ataque perpetrado por
personas o grupos, sino también por sistemas estatales represivos de la expresión de la fe
en Cristo. Así, en muchos países, especialmente musulmanes y laicistas o comunistas, el
supuesto delito de manifestar públicamente la fe se castiga con la cárcel o incluso la
muerte, se expropian los templos o se aplican gravosas multas. Hay países en que se
secuestran a niñas y adolescentes, se les abusa sexualmente y se les obliga a casarse.
En América, el caso más extremo de persecución contra la Iglesia Católica y sus miembros
es el régimen marxista de Nicaragua, con el encarcelamiento de obispos y sacerdotes y la
expulsión de comunidades religiosas enteras. En Oriente y África la persecución se
concentra sobre todo en países musulmanes, cuyos grupos armados (como los yihadistas,
por ejemplo) mantienen aterrorizada a la población cristiana, obligando muchas veces a
emigraciones masivas de cristianos para evitar ser asesinados. Pero esta persecución
también se da en países no musulmanes, como en la China comunista y la India
Son cristianos perseguidos, pero olvidados. Es el caso de lo acaecido en la Navidad recién
pasada. Mientras comunidades cristianas celebraban el Nacimiento de Cristo el 24 de
diciembre en la noche, el Estado Islámico asesino al menos a 25 cristianos, quemó sus
casas y templos, robaron sus pertenencias y a algunos los secuestraron. No hizo noticia,
pero no por eso dejar de ser real.
Si para el mundo occidental secularizado la persecución religiosa de los cristianos no es
tema, no puede serlo para los que somos sus hermanos en Cristo. Recemos por ellos,
informémonos de esta terrible realidad y colaboremos económicamente con instituciones
que van en su ayuda, en concreto con ACN-International.