
El pasado 17 de agosto, la Diócesis de Villarrica se llenó de alegría al celebrar el Día de la Vida Religiosa, una jornada marcada por la profunda espiritualidad y comunión entre las 41 hermanas de diversas congregaciones que participaron.
El encuentro comenzó con un desayuno en la Casa San Jorge, donde las religiosas compartieron fraternalmente, fortaleciendo lazos de unidad y entrega al servicio de Dios. Este momento inicial fue una ocasión propicia para que cada hermana reflexionara sobre su vocación y el papel que desempeña en la misión evangelizadora de la Iglesia.
A media mañana, las religiosas participaron en una sesión de formación que les permitió profundizar en el carisma y los desafíos de la vida consagrada. Fue un tiempo de escucha y discernimiento, donde se renovaron los compromisos asumidos en su consagración y se fortaleció el deseo de seguir a Cristo con radicalidad y amor incondicional.
El corazón de la celebración fue la Santa Misa, presidida por Monseñor Francisco Javier Stegmeier Schmidlin en la Capilla del Obispado. La Eucaristía, fuente y culmen de nuestra fe, fue vivida con una especial intensidad, en la que las hermanas renovaron sus votos, ofreciéndose nuevamente al Señor en una entrega plena y generosa. Se elevó una oración ferviente por el aumento de vocaciones, pidiendo a Dios que continúe bendiciendo a la Iglesia con más almas consagradas a su servicio.
El almuerzo fraterno, que tuvo lugar nuevamente en la Casa San Jorge, cerró esta jornada de gracia. Monseñor Stegmeier Schmidlin expresó su profunda gratitud a las hermanas por su constante dedicación al servicio del Reino de Dios. En este ambiente de comunión, se destacó el inmenso valor de la vida consagrada como un signo visible del amor de Dios en el mundo.
Este día fue, sin duda, una ocasión para renovar la alegría del seguimiento a Cristo en la vida consagrada, recordando que cada hermana es un testimonio vivo de la presencia de Dios entre nosotros. Que el Señor continúe guiando y fortaleciendo a estas mujeres valientes en su misión, y que sus vidas sigan siendo luz y esperanza para todos.