En un encuentro que trascendió lo terrenal, el Gimnasio Monseñor Guillermo Hartl se llenó de luz al recibir a más de 400 animadoras rurales, bajo el lema “En Cristo, Caminamos Juntos”, celebraron el Día de los Animadores Rurales.
La jornada, se realizó en el colegio Monseñor Guillermo Hartl de Pitrufquén, inició a las 9:00 con una llegada marcada por la emoción, seguida de la bienvenida a las 10:00. La diversidad de parroquias presentes reflejó la riqueza espiritual que unió a la comunidad.
La Santa Misa, punto culminante fue presidida por Monseñor Francisco Javier Stegmeier S., Obispo de Villarrica, guió la celebración en un momento de comunión entre los Animadores Rurales. La participación de sacerdotes de la Diócesis añadió solemnidad a la ceremonia celebrada en la parroquia San Juan Evangelista, siendo un testimonio de la unidad en la fe.
En un diálogo, el Padre Daniel Rojas, asesor de la Pastoral Rural Misionera, compartió reflexiones sobre la importancia de trabajar unidos en la misión cristiana. “Este encuentro fue un llamado a ser testigos del amor de Cristo en nuestras comunidades y llevar la luz de la Fe a cada rincón”, expresó el Padre Rojas.
El momento de la Jarana, iniciada a las 11:45, se convirtió en una expresión festiva. Animadores Rurales, en unión fraternal, festejaron con cantos y representaciones, fortaleciendo la hermandad y la alegría en su misión compartida.
Este encuentro anual fue un faro de comunión, participación y misión. La Procesión, que comenzó a las 15:00, llevó a los participantes por un camino espiritual, concluyendo con la Misa que selló la jornada. Dejó una huella en los corazones de quienes participaron, marcando un capítulo memorable en la historia de la comunidad pastoral.
