El 10 de diciembre de 1945, hace ochenta años, nuestra gran poetisa Gabriela Mistral recibió el Premio Nobel de Literatura. Este octogésimo aniversario ha sido ocasión oportuna de reconocer su rica y compleja vida bajo distintas perspectivas. En mi columna me referiré a la religiosidad de Gabriela Mistral, expresada en su obra, no desde la dimensión propiamente literaria, por no ser yo competente en la materia, sino desde el rasgo “místico” del corazón de Gabriela Mistral expresado en su obra.
Su profunda y mística religiosidad se vislumbra en su poesía y en sus manifestaciones de piedad. Leyendo algunos de sus poemas, podemos ver una relación personal, íntima y mística con su Señor y Maestro, Jesucristo. No habla sólo de Él, sino habla con Él, de tú a Tú.
También se sintió muy atraída por San Francisco de Asís. Alguna vez expresó cuál era su más grande anhelo: “Quiero escribir una biografía de San Francisco de Asís”. Comenzó a escribirla, pero no pudo publicarla porque le sorprendió la muerte. Es su única obra en prosa. Hace un tiempo, este libro se publicó con el título “Motivos de San Francisco y otras prosas cristianas”.La orientación religiosa de su vida la llevó a desear ser enterrada con el hábito franciscano. Escribió varias cosas acerca de este santo. También donó el pergamino y la medalla del Premio Nobel a la Orden Franciscana. Fue hermana de la Orden Tercera Franciscana y por eso tenía el hábito franciscano.
La secretaria y amiga personal de Gabriela Mistral, Doña Gilda Péndola, testimonió: “Ella quería parecerse lo más posible al santo y ayudar a los más necesitados, ayudar a los niños. Estaba enamorada de San Francisco por toda su vida, la forma de ser y siempre quiso imitarlo… Ella era franciscana, por su forma de vivir muy sencilla, ayudaba a los niños en sus colegios, apadrinaba a otros y por vivir con lo mínimo posible… Rezaba mucho y leía la Biblia. Tanto es verdad, que en mi cumpleaños y en pleno Año Nuevo, ella mandó a buscar la Biblia y leyó delante de todos un pasaje. La Biblia era uno de sus libros de lectura”.
Antes de morir el 10 de enero de 1957 en Nueva York, pidió recibir el Sacramento de la Unción de los Enfermos y su Misa de funeral se realizó en la Catedral de la misma ciudad.
Estos esbozos religiosos de la biografía de Gabriela Mistral tienen por intensión destacar la inspiración religiosa de parte de su obra literaria, la fe como una rica fuente de creatividad artística, como demuestra la historia de los escritos de santos y otras personalidades profundamente religiosas, y, por último, cómo la fe cristiana nunca inhibe las propias capacidades, sino que las potencia y las eleva a insospechadas alturas.
Este aniversario es una invitación a leer a Gabriela Mistral, especialmente su obra religiosa.
