
El pasado domingo 10 de noviembre con una notable asistencia de más de 500 fieles, la Ultreya Diocesana tuvo lugar ayer en Purulón, congregando a hermanos de colores provenientes de distintos puntos de la Diócesis. Este evento, que se ha convertido en un pilar espiritual anual, fue una oportunidad para dar gracias por el compromiso y dedicación de los hermanos de este centro, quienes han trabajado arduamente durante todo el año en su servicio a la comunidad.
El encuentro estuvo marcado por momentos de profunda oración, testimonios que tocaron los corazones de los presentes, y cantos que elevaron el espíritu de los asistentes. Además, hubo espacios de reflexión que permitieron a los fieles fortalecer su fe y su compromiso con la misión evangelizadora.
La jornada concluyó con la celebración de la Eucaristía, presidida por el obispo diocesano, Monseñor Francisco Javier Stegmeier, quien ofreció palabras de aliento y agradecimiento a los asistentes, destacando la importancia de la comunión y el servicio en la vida de los cristianos.
La Ultreya Diocesana en Purulón reafirmó el compromiso de todos los presentes de vivir y transmitir los valores cristianos, destacando la unidad y el fervor que caracterizan a la comunidad diocesana. Se anunció además que la próxima Ultreya Diocesana 2025 se llevará a cabo en la ciudad de Villarrica, en la Parroquia San Francisco de Asís, lo que genera gran expectativa entre los fieles.